jueves, 16 de julio de 2009

El fuego y la evolución

Mientras estoy de baja pasando calor en cama, he estado echándole un vistazo a este libro, y estas líneas, entre otras, me han llamado la atención. Me gustaría compartirlas aquí, pues me parece interesante, ya que se comentan algunos aspectos del uso del fuego como elemento decisivo en nuestra evolución como especie.


"...el fuego se nos presenta como una auténtica adquisición de ilimitado alcance, teniendo en cuenta que la que podríamos llamar "digestión externa" de los alimentos tratados por el fuego aligera el trabajo del aparato digestivo humano; a diferencia de cualquier otro animal carnívoro, que se sume en un pesado sopor digestivo tras engullir su presa. El H. Erectus, auténtico Prometeo y amo del fuego, tendrá ya posibilidades de mantenerse activo y alerta tras la pitanza, al liberar el fuego su vigilia y, por otra parte, dando seguridad a su sueño en un abrigo sedentario, creando el hogar , lugar de protección y refugio de las bandas de cazadores y familias. Detrás del vivac, el hombre podrá dormir a pierna suelta a diferencia del resto de los animales que habrán de descansar en un estado de alerta. Ello, como ha señalado E. Morin, posiblemente haya favorecido incluso el nacimiento e incremento de la vida onírica.


Por otro lado, es indudable que el asado y la cocción pueden favorecer nuevos cambios genéticos hominizantes, tendiendo a reducir la mandíbula y la dentición, así como la liberación de la caja craneal de parte de sus tareas mecánicas, lo que favorecerá la eclosión de un mayor volumen cerebral y completando así el posible trinomio mano-herramienta-cerebro, y a la vez la adquisición de determinados hábitos en relación a horarios de dietas, formas de elaboración de los alimentos, etc...haciendo que muchas veces pueda utilizar ya el hogar, como lugar ideal donde consumir los alimentos junto a su familia, imponiendo nuevas formas de relación social (el comensalismo). En realidad, y desde entonces, el comer no resultará en modo alguno tan sencillo como parece, pues estará sujeto a una serie de patrones de conducta (...)



(...)El control del fuego dará asimismo al hombre cierta superioridad sobre el resto del mundo viviente, al permitirle enfrentarse eficazmente contra los rigores climáticos y poder iluminarse en sus refugios. Aparte, le permitá poner en ejecución determinadas técnicas sobre la madera tratada con el fuego, más fácil de trabajar en sus zonas superficiales y que adquiere particular dureza en su contextura. Así, partiendo de una gran rama o vara tratada en una de sus extremidades por el fuego, ya el hombre em el Pleistoceno Medio pudo inventar o fabricar la pica o jabalina (...) contando así ya, a la hora de emprender sus grandes aventuras de caza, con la primer gran arma ofensiva arrojadiza prolongación de su brazo. El mismo fuego le dará ocasión de endurecer la extremidad del llamado bastón de cavar, útil inventado para remover la tierra no sólo para buscar sabandijas , larvas y raíces comestibles que pudieron constituir asimismo su dieta, sino también para excavar las primeras trampas de fosa (...)"
Extraido del libro: "La caza en la prehistoria (Asturias, Cantabria, Euskal-Herria)". José M. Gómez-Tabanera. Ediciones Itsmo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario